Dichosas contracciones que me están trayendo por el camino
de la amargura. Desde hace ya algunas semanas vengo notándolas, sobretodo
cuando estaba mucho rato sentada y me levantaba, pero ilusa de mi pensaba que
era el bebe que se atravesaba y me hacía sentir esa sensación momentánea de
tripa dura. Ahora ya sé que la culpa no es del bebe, sino que son estas
contracciones de práctica, que ya sé que en principio no son peligrosas y que
son super comunes, pero yo no puedo evitar obsesionarme con ellas, sobretodo
porque en estas dos semanas han sido muy frecuentes, diariamente puedo llegar a
sentir unas 10 o 15.
La semana pasada acudí a la matrona para contarle esto que
me estaba pasando y me dijo que debía reducir el ritmo, porque esto ocurre (el
aumento en la frecuencia de estas) porque el cuerpo está avisando de que te
estás pasando. La verdad que yo tampoco tengo una vida super activa, es cierto
que continuo trabajando, pero allí me cuidan mucho y puedo estar mucho tiempo
sentada… pero parece que cada cuerpo es diferente y el mío es muy quejica. Por
suerte esta semana que entra comienzo a gestionar mi baja laboral, la cual me
ha pillado muy de sorpresa porque han aprobado hace apenas un mes los de
riesgos laborales de mi empresa, la baja a todas las trabajadoras embarazadas a
partir de la semana 26. Crucemos los dedos porque salga todo bien y pueda
quedarme en casa descansando, porque es cierto que de la única manera que
consigo que se me pasen es tumbándome de lado.
Reconozco que con este tema soy bastante alarmista, ya que
dos personas muy cercanas mías tuvieron amenazas de parto prematuro sobre estas
semanas (uno de ellos lo viví muy de cerca pues eran mis sobrinas las que
querían adelantarse), así que prefiero pecar de obsesiva.
Por lo demás todo muy bien. Estoy en la semana 25, casi en
la 26 y mi tripilla sigue creciendo mucho. Por las tardes, sobretodo los días
que tengo que trabajar, la siento super pesada y tirante, pero con un poquito
de cremita y reposo se soluciona. Mi bebito cada día se mueve más y ya comienza
a hacerme algo de daño, sobretodo cuando me patea por la zona del cérvix. Ayer
ya pude notar cómo iba recorriendo un
lado de mi tripa (hasta ahora solo notaba y veía los golpes). Mi
chiquito cada vez tiene menos hueco y eso es genial!!
Las noches siguen siendo buenas, ni rastro de insomnio e
incluso hay una mejora en las visitas al baño, las cuales se han reducido muy
considerablemente. Eso si… por las mañanas no hay quien me levante, y eso que
siempre he sido buena madrugadora, ahora levantarme de la cama a las 6:30 ahora
es toda una proeza.
Y la diabetes, pues bastante controlada, algún día con
alguna subida y bajada de azúcar, pero son los menos (¡como echo de menos un
buen bollito! Ñam ñam).
En líneas generales… aunque un poco intranquila sigo
FELIZ!!!
¡¡Seguimos recorriendo semanas!!