¡Por fin pudimos verlo! Fue una de las experiencias más
maravillosas de mi vida. Iba con mucho miedo, pues sabía que la semana 8 era
bastante crucial y temía que algo pudiera haber ido mal (yo siempre con mi
pensamiento tan positivo), pero nada malo ocurrió. Enseguida me hicieron la
ecografía y pudimos ver al bebe, con ese pequeño corazón latiendo, pero que
parece tan grande en comparación a él. Fue fantástico, y no os miento si os
digo que me hubiera quedado allí horas mirándolo.
Al parecer mis cálculos sobre mi ovulación estaban
correctísimos, ya que el tamaño del bebe era perfecto para el tiempo que se
supone que tenía, 18mm (¡benditas tablas de temperatura basal! Jaja) con lo que
eso me dejó mucho más tranquila, saber que el bebe crecía perfectamente acorde
con su tiempo me ayudó a despejar muchos miedos de mi cabeza. (Este de aqui abajo es mi bebe que más parece una croquetilla jaja).
Lo malo… que todavía queda un mes para que me vuelvan a ver,
pero creo que voy a hacer trampa, y ya que tengo un seguro privado
probablemente pida cita para dentro de 15 días :P
Sobre los síntomas, los he controlado bastante bien gracias al
cariban, el cual es una medicina para controlar las nauseas, y para mí ha sido mano
de santo, un poder volver a disfrutar de la comida. Estuve más o menos 3
semanas obligándome a comer y con ascos a prácticamente todo, tanto que incluso
en estas semanas adelgacé 2 kilos. Pero desde la primera pastillita, volví a
ser la misma comilona de siempre. Igual no a todo el mundo le hace tanto efecto
pero a mí me viene perfecto.
Contra el sueño poco puedo hacer más que dormir y dormir, y además
sin ninguna pena jaja que bastante está trabajando mi cuerpo, y ahora que me lo
puedo permitir, pues a disfrutar, que ya vendrán tiempo peores (en lo que al
sueño se refiere).
Así que ahora estoy empezando a disfrutar, sin las dichosas
nauseas, y habiendo visto a mi pequeñín tan sanote, empiezo ya a construir unos
preciosos castillos que ya empiezan a tener algún cimiento y no se sustentan tan
solo de aire.