He tardado bastante en publicar esta entrada, porque no me
encontraba nada bien, y no quiero que este blog se convierta en un paño de
lágrimas. Lo intento, sobre todo por las que me leéis, para que este blog os
ayude también a vosotras en vuestro proceso y si es posible os anime y de esperanzas.
Cuando me dieron el resultado negativo no os voy a engañar,
se me vino el mundo encima, pase por varias fases, primero la catatónica, donde
no podía sentir ni pensar, para después pasar a la frustración profunda, y por
último a la aceptación (aunque a esta fase llego un par de días más tarde, todo
hay que decirlo).
Este ha sido el palo más grande desde que empecé hace año y
medio todo este proceso, porque este negativo ya se aseguraba que algo no
andaba bien, y que la inseminación ya no iba a ser una opción viable para mí.
De pronto vinieron a mi cabeza ideas de pánico, del tipo ¿lo
conseguiré? ¿Por cuantas FIV tendré que pasar para conseguirlo? ¿Me llegarán
los ahorros para este gasto que me viene? (para las que no estén muy puestas en
estas técnicas de reproducción, la fecundación triplica el precio de la
inseminación artificial). No os voy a decir que estas preguntas no siguen
rondando por mi cabeza, pero con más calma y serenidad.
¡¡Lo que tengo claro es que no pienso desistir en mi
intento!! Aunque enloquezca por el camino y me arruine jaja
Este mes no voy a comenzar con FIV, ya que he acudido a otra
clínica para pedir una segunda opinión y me han dado mucha más confianza. Pero eso
ya os lo contaré en la próxima entrada, porque parece que ya tengo un
diagnóstico claro de lo que está pasando con mi cuerpo.
Un besazo a todas, y siempre… ÁNIMO