Bueno… ya ha pasado una semana desde la última ecografía, en
la cual… ¡el chiquitín no se dejó ver el sexo! Ohhhhh
Íbamos tan ilusionados por saberlo que fue un chasco no
poder saberlo, pero es que el peque tenía las piernas bien cerraditas y como es
tan pachón mi bebote no hubo manera de que las separara. Así que la habitación
todavía tendrá que esperar tres semanitas más para decepción de su padre.
Pero realmente poco importa eso, lo vimos tan grande, tan precioso
y tan sanote, que saber esos detallitos queda relegado a un segundo plano.
Pudimos ver como se movía, o más bien como movía su ya larga
pierna y pie y como se agarraba con esas manitas sus rodillitas (me sorprendió
lo largos y separaditos que tiene ya los dedos de la mano). Fue estupendo,
porque yo me quedé más tranquila viendo que mi bebe sí que se movía (sé que es
una tontería, pero cualquier cosa nos vuelve paranoicas cuando aun no podemos
ver ni sentir a nuestros pequeñines) . Lo que sí parece que podemos ir
confirmando es que el peque es bastante tranquilote, imagino que si luego sigue
así después de nacer daré mil gracias por eso, aunque ahora me llene de dudas y
me vaya a costar comenzar a sentirlo.
Este mes tenía planeado un viajecito a la playa con el resto
de la familia, pero finalmente no he podido ir, y es que tengo tantos dolores
de cabeza que solo pensar en ponerme bajo el sol hace que se me ponga la piel
de gallina. Al no poder tomar nada para mis constantes jaquecas he optado ir a
un fisioterapeuta, y bueno, parece que algo está haciendo, así que crucemos los
dedos para que siga siendo así.
Poco más, seguimos felices, haciendo muchísimos planes para
cuando el bebe nazca y sintiendo cada vez más real y más cerca la llegada de
nuestro tan ansiado y querido hijo.
Un beso a todas!!